Lugar: Gijón
En la obra se realiza una reforma de buhardilla convirtiéndola en un espacio habitable y creando un dormitorio con aseo y zona de estudio.
En la buhardilla reformada se coloca un aislante físico y térmico que impide que el calor se escape en invierno y penetre en verano. El aislamiento se colocó al tiempo que se dejaban las paredes completamente lisas con un trasdosado de placas de yeso. La instalación eléctrica se replanteó sin necesidad de hacer rozas.
El cuarto de baño de la buhardilla es sencillo, funcional e independiente. Cuenta con una ducha realizada en mármol blanco.
El espacio finalizado se inunda de luminosidad con la pintura blanca aplicada a techos y paredes. Al ser un espacio diáfano todos los espacios están comunicados aunque en el dormitorio se ha colocado un panel de separación que se aprovecha como zona de cajonera y librería para darle más intimidad a la zona de la cama.
El salón de la buhardilla está decorado de forma muy sencilla, en colores crudos que potencian la luminosidad y de forma complementaria al dormitorio.
Al finalizar esta reforma de buhardilla se consigue un espacio habitable en el que se han aprovechado todos los metros de la casa sin perder